Introducción
El Frente Parlamentario Agropecuario (FPA) aboga por clasificar el Plan Safra y el Seguro Rural como programas presupuestarios inmunes a los recortes de gastos. Un intento de incluir cuatro tipos de subsidios agrícolas como gastos obligatorios en la Ley de Directrices Presupuestarias de 2025 (Ley 15.080/24) fue finalmente vetado por el Poder Ejecutivo.
Garantizar la previsibilidad para el sector agrícola
En una entrevista con Rádio Câmara, el diputado Arnaldo Jardim (Cidadania-SP), vicepresidente del FPA en la Cámara de Diputados, afirmó que el sector agrícola necesita una financiación coherente y predecible. Hizo referencia a la reciente interrupción del Plan Safra de este año como ejemplo clave. Debido a que el Presupuesto de 2025 (PLN 26/24) no fue votado, el Ejecutivo tuvo que suspender las transferencias. Posteriormente, emitió una medida provisional (MP 1289/25) para la liberación de recursos de emergencia. Este tipo de inestabilidad no puede volver a ocurrir.
Argumento de no contingencia
"Siempre hemos defendido esto con respecto al Plan Safra y también a los recursos para el Seguro Rural: que no pueden estar sujetos a contingencias debido a la naturaleza de la toma de decisiones agrícolas", declaró Jardim. Destacó que las decisiones agrícolas son sensibles al tiempo y no pueden posponerse.
Justificación del veto del Poder Ejecutivo
El gobierno justificó los vetos afirmando que el aumento de los gastos obligatorios en el Presupuesto reduce la flexibilidad y la libertad de los organismos gubernamentales en la gestión de sus gastos.
Objetivos futuros del FPA para 2025
El diputado Jardim mencionó que el costo de la cosecha brasileña es de 1,2 billones de reales. Aunque sólo 18.000 millones de reales proceden de recursos presupuestarios, esta parte es crucial. "Hay líneas de crédito con tipos de interés inferiores a los que reciben las instituciones financieras, porque una parte de los intereses la paga el Presupuesto", explicó. Para 2025, el FPA pretende debatir cambios en el Seguro Rural y un Plan Safra que se extienda más allá del presupuesto anual, proporcionando una perspectiva a más largo plazo. Citó, por ejemplo, que la cosecha de cereales alcanza los 370 millones de toneladas, mientras que el país sólo tiene capacidad de almacenamiento para 100 millones de toneladas.
Próximos pasos
El FPA sigue defendiendo una financiación estable y predecible para los programas agrícolas esenciales, destacando el papel fundamental del Plan Safra y el Seguro Rural en la economía brasileña y la producción de alimentos.
